Cuando tratas con niños, es habitual tener que enfrentarte a situaciones de diversa dificultad. Una de ellas son las visitas al dentista, algo que, por lo general, no suele ser del agrado de los más pequeños. Sin embargo, muchas veces el problema radica en que se asume que tiene que ser así y no se trabaja por ponerle remedio o no se sabe cuál es la mejor manera para hacerlo.
Por ello, en este post queremos contarte cómo abordar las visitas a la clínica con ellos de la mejor manera. Lo primero que debemos sacar en claro es que la comunicación con los niños será el punto de partida para conseguir resultados exitosos, ya que es normal que ellos, ante una situación o experiencia nueva, reaccionen con nerviosismo.
5 consejos para tus visitas al dentista con niños
¿Gestionas tú peor las visitas al dentista con los más pequeños que ellos mismos? ¡No te preocupes! A continuación vamos a dejarte algunos consejos que, en base a nuestros años de experiencia, puede resultar efectivos si se aplican de la forma correcta.
Familiarizarse con el entorno bucal
¿Qué queremos decir con esto? Que las visitas al dentista serán mucho más agradables si en casa cuidamos la salud dental, hablamos del momento del cepillado, de la mejor forma para hacerlo, etc. Si se van familiarizando, la falta de costumbre no supondrá un inconveniente cuando acudan al especialista.
Comunicación siempre en positivo antes de las visitas al dentista
No es conveniente que los niños asocien el dentista con momentos de estrés o peligro. Por ello, independientemente del tratamiento que vayan a realizarse, lo mejor es trasladar mensajes positivos, destacando los beneficios de ir a la clínica dental, o haciendo hincapié sobre lo contento que el dentista se va a poner cuando vea lo bien cuidada que se encuentra su boca.
En ningún caso recurras a frases típicas como “si comes chucherías el dentista te va a quitar dientes” o similares, ya que conseguirás el efecto contrario.
Ante la duda, déjaselo al dentista
A veces los más pequeños hacen preguntas para conocer lo que ocurrirá en sus visitas al dentista. Procura no mencionar aspectos incómodos como el momento de la anestesia.
Lo aconsejable es salir del paso con respuestas del tipo “cuando lleguemos le preguntamos al dentista”.
Es importante que deposites tu confianza en los profesionales. Ellos trabajan con miles de niños y han tratado casos de todo tipo, por lo que sabrán como revertir la situación en caso de ser necesario, así como tratar con los pequeños de la forma más adecuada para que no sientan miedo.
Que tu miedo no sea el suyo
Es frecuente en los adultos que cuando algo nos asusta, inconscientemente trasladamos ese temor a nuestros hijos o gente del entorno. Debes evitarlo. Si tus hijos te escuchan hablar del dentista con miedo, lo más probable es que ellos terminen desarrollando este mismo temor.
¡Hora de jugar!
Una de las mejores formas de entretenimiento que existe con los más pequeños es jugar. ¿Por qué no hacerlo asociándolo a la salud dental? Te proponemos algunas ideas:
- Representar el momento de ir al dentista dejando que examinen tu boca, contando los dientes, etc.
- Leer cuentos o visualizar contenidos relacionados con la salud bucal infantil (apropiados para su edad).
- Cantar una canción o crear una situación especial que los niños asocien con el momento del cepillado.
- Nunca está de más planificar una actividad divertida antes o después de las visitas al dentista.
Como ves, las visitas al dentista con niños no tienen que implicar un momento de miedo o agobio, si sabes cómo afrontarlas. En un trabajo diario que merecerá la pena, ya que cuidando la salud dental de los más pequeños, les estamos haciendo un favor. ¡Acude a Beydent y siéntete como en casa!
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