Si preguntamos a los más pequeños por sus dientes, probablemente asocien el hecho de perder uno con un divertido ratón, y es que lo queramos o no, para nuestros hijos dientes y Ratoncito Pérez son términos que van prácticamente unidos.
En un post anterior os hablábamos de las mejores curiosidades sobre los dientes de leche. Pues bien, aprovechando que diciembre es un mes de magia, no se nos ocurre una mejor ocasión para hablar de la influencia que esta figura puede llegar a tener en el público infantil.
Sus dientes y el Ratoncito Pérez: Influencia en los más pequeños
Como todo el mundo sabe, cuando a un niño se le cae un diente, lo guarda bajo la almohada o en una cajita esperando la llegada de este famoso roedor, que a cambio de llevarse el diente, y en agradecimiento, les deja un pequeño detalle para dejar constancia de su paso. Más allá de la magia, relacionar la caída de dientes con el Ratoncito Pérez puede tener cierta influencia en ellos, por lo que te enumeramos algunos de los beneficios que puede suponer:
- La llegada de este simpático personaje se ha convertido en un elemento fundamental para que los niños pierdan el miedo ante la caída de sus dientes de leche. Gracias a ello, no asocian la pérdida de la pieza dental como algo traumático, sino que lo identifican como un momento que trae consecuencias agradables para ellos.
- Es un momento que se irá repitiendo en el tiempo, puesto que los dientes de leche no se caen todos a la vez ni al mismo ritmo, depende de cada niño. Visto así, quizá es preferible que desarrollen la imaginación y la ilusión por este personaje y que los adultos colaboremos para ello. No obstante, este aspecto es muy personal por lo que en cada familia se gestiona de una manera.
- Identifican este momento como un proceso de crecimiento personal. Para un niño, ver cómo se le caen los dientes de leche para dar paso a las piezas definitivas significa que se están haciendo mayores.
- Aunque no lo parezca, a través del regalo o recompensa que reciben por haber perdido el diente, se puede aprovechar para fomentar otros valores. Es decir, no tiene por qué ser un regalo económico o excesivamente material, sino buscar otras cosas que conecten con su parte emocional. Por ejemplo, una carta escrita por el mismísimo Ratoncito, o una nota en la que motives a tu pequeño. Incluso si optas por dejar alguna moneda, también pueden comenzar a interiorizar el valor del ahorro. La clave es fomentar el aprendizaje.
- Confiar en la llegada del Ratoncito Pérez puede ser una ayuda para nosotros los dentistas, ya que si trabajas con el menor previamente el hecho de que para que pueda venir a visitarle el ratón deben prestar atención al cuidado de su boca, esto hará más llevadero el temor del niño al dentista y permitirá mantener una correcta higiene bucal con mayor facilidad.
Definitivamente, pocos personajes guardan tanta tradición entre los niños. Si quieres que tus hijos sigan conservando la magia existente entre sus dientes y el Ratoncito Pérez, puedes visitar junto a ellos La Casa Museo del Ratón Pérez, que se encuentra en Madrid. Allí entrarán en su mundo y se dejarán envolver por él.
Aunque somos conscientes de que no podemos competir con la magia del Sr. Pérez ante sus ojos, te recomendamos que acudas con los más pequeños a realizar las revisiones bucales rutinarias, para asegurarnos de que la llegada de este personaje se da en las mejores condiciones. En Beydent proporcionaremos a tu hijo la confianza y seguridad que necesita para abordar sus problemas bucales de forma sencilla y didáctica.
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