Las infecciones bucales representan uno de los problemas orales más habituales en el mundo de la odontología. Estas patologías están directamente relacionadas con la aparición de virus y bacterias en nuestra boca, pudiendo por tanto padecer infecciones víricas o bacterianas, en función del microorganismo del que se trate.
Cualquier persona está expuesta a contraer alguna infección de este tipo durante todo el año. Sin embargo, los meses de otoño son una época especialmente propensa para que se manifiesten. Esto puede deberse a motivos como:
- La vuelta al cole hace que los más pequeños estén expuestos a convivir con otros niños, y están acostumbrados a tocar muchas cosas y después no mantener una correcta higiene en las manos y la boca.
- Retomar las rutinas. Algunas de estas infecciones bucales están relacionadas con el nivel de estrés que tengamos. Por ello estos meses son especialmente sensibles, ya que habituarnos de nuevo al ritmo de vida diario puede suponernos estrés o ansiedad.
- El verano pasa factura. Es frecuente que durante los meses estivales descuidemos nuestra salud dental, ya que las prisas, la alimentación, el pasar más tiempo fuera de casa, etc. son factores que pueden dificultar que podamos mantener una rutina de higiene bucal correcta.
En este sentido, la mejor forma de evitarlas es hacer un trabajo de prevención adecuado. Para ello, puedes empezar por conocer a fondo los pasos necesarios para una rutina perfecta de higiene dental, como te explicamos en un post anterior.
Las infecciones bucales más comunes que debes conocer
Si no puedes evitar su aparición, detectar las infecciones bucales en sus fases iniciales es fundamental para ponerle remedio a tiempo y evitar que deriven en otras afecciones más complejas. ¡Toma nota porque estas son las más frecuentes!
- Caries. La infección bucal por excelencia que afecta a la mayor parte de la población, ya que prácticamente todos las hemos sufrido alguna vez. Es un tipo de infección bacteriana en las piezas dentales motivada, en gran medida, por unos hábitos de higiene oral insuficientes. Recuerda que si no se tratan a tiempo pueden evolucionar en patologías de mayor gravedad y requerir de una endodoncia para ponerle solución.
- Enfermedades periodontales. Suelen venir como consecuencia de infecciones mal tratadas. Las dos más comunes son la gingivitis (enfermedad de las encías) y la periodontitis (infección oral que provoca daños en los tejidos bucales). La primera, por lo general, suele tener una solución más rápida y fácil que la segunda, que se trata de una infección derivada de una gingivitis que se ha extendido al hueso y tejidos de soporte del diente, por lo que resulta muy dañina y perjudicial, pudiendo llegar a suponer la pérdida de piezas dentales.
- Enfermedad de mano-pie-boca. Hablamos de una de las infecciones bucales más habituales en niños, sobre todo en menores de 5 años. Los síntomas se presentan en forma de fiebre, dolor de garganta y ampollas molestas en la boca (mejillas y lengua), las palmas de las manos y las plantas de los pies, aunque a veces aparecen también en la zona de los glúteos. Desaparecen a los pocos días. Otra infección relacionada es la herpangina, cuyos síntomas son parecidos pero tarda un poco más en desaparecer.
- Herpes bucal. También conocido como “calentura labial”. Se trata de una infección vírica producida por el virus del herpes simple. Se manifiesta en forma de una especie de ampollas o úlceras, normalmente en los labios, que suelen ser molestas y tardan varios días en desaparecer. Además de ser muy contagioso, debes tener en cuenta que su principal inconveniente es que, una vez se padecen, no se eliminan del organismo, sino que permanecen de manera latente y pueden volver a reactivarse en cualquier momento. Por ejemplo, ante situaciones de estrés, nervios o ansiedad.
- Llagas o aftas bucales. Pueden confundirse con los herpes, porque de aspecto son similares, pero estas no son contagiosas. Afectan a las encías y los tejidos bucales y unas de las causas más frecuentes de su aparición son el estrés y los problemas inmunitarios.
- Candidiasis oral. Ocasionadas por los hongos, en concreto por el cándida albicans. Resulta muy molesta y se detecta por la aparición de placas blancas en la lengua o el paladar, la cara interna de las mejillas o la parte posterior de la boca. Lo aconsejable en estos casos es acudir con urgencia a la clínica dental para recibir un tratamiento a base de pomadas o medicamentos.
- Halitosis. Una de las infecciones bucales más incómodas, tanto para la persona que la padece como para su entorno. El mal aliento puede producirse por la presencia de bacterias en la boca, resultado de una higiene bucodental deficiente.
Como ves, la mayoría tienen fácil solución y no requieren de un tratamiento muy extenso o complejo. ¡Pero no debes descuidarte!
No hay que esperar a padecer alguna de estas infecciones bucales, lo recomendable es acudir al dentista periódicamente para realizar las revisiones pertinentes y evitar problemas mayores. En Beydent haremos un estudio al detalle de tu caso para ofrecerte la mejor asistencia. ¡Haznos una visita y nos encargaremos de que tu sonrisa esté en las mejores manos!
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