Cómo afecta el tabaco a los dientes

¿Sabes cómo afecta el tabaco a los dientes?

Que el tabaquismo es uno de los hábitos más perjudiciales para nuestra salud es conocido por la mayoría. La salud bucal, como no podía ser de otra manera, también se resiente por ello. Pero, ¿sabes realmente cómo afecta el tabaco a los dientes?

Por más que nos empeñemos en mantener una correcta higiene bucodental, ser fumador será dañino para nuestra dentadura. Esto se debe a la presencia de nicotina y otros componentes químicos que se encuentran en los cigarrillos.

Tabaquismo y salud oral: ¿Cómo afecta el tabaco a los dientes?

Si no se pone remedio, los daños que llega a provocar el tabaco en los dientes pueden ser irreversibles. Aprovechando que este mes se celebra el Día Mundial sin Tabaco, a continuación te contamos las consecuencias que esta sustancia puede traer a tu boca para que sepas cómo afecta el tabaco a los dientes.

  • Manchas dentales o tinciones. Es decir, la pérdida del color natural de los dientes, volviéndose de un tono amarillo muy antiestético. Esto se debe a la nicotina, el alquitrán y demás sustancias que contiene el tabaco. Para poner solución, lo aconsejable es que acudas al dentista. Los remedios caseros de los que se habla como el bicarbonato o el carbón activado, no ofrecen los resultados esperados, y encima estás exponiendo tu salud bucal.
  • Halitosis. Sin duda una de las pruebas más evidentes de cómo afecta el tabaco a los dientes. El mal aliento es provocado por la irritación de las mucosas, la sequedad en la boca y los aditivos que incorpora el cigarro, que hacen que se genere muy poca saliva. El inconveniente, es que también lo sufren las personas que tienen contacto directo con el fumador.
  • Deterioro del gusto y el olfato. Las personas fumadoras suelen experimentar una alteración en el sentido del gusto y el olfato. Esto se debe, principalmente, a la influencia de la nicotina en la circulación sanguínea, lo que provoca que la sangre llegue con más dificultad a las papilas gustativas, y las vías respiratorias también se ven afectadas.
  • Melanosis del fumador. Esta infección se manifiesta a través de manchas de color marrón en las mucosas y encías. Generalmente, no es dolorosa, pero para ponerle solución es necesario dejar de fumar.
  • Enfermedades periodontales, tales como periodontitis, periimplantitis u otras infecciones. Las consecuencias por tanto pueden ser la pérdida de huesos y piezas dentales, pérdida del implante o acumulación de sarro. Son muy frecuentes porque, al fumar, las encías quedan más expuestas, lo que implica que las posibilidades de padecer una infección aumenten. Sin embargo, debido a que fumar reduce el riego sanguíneo de las encías, pueden detectarse con cierto retraso, ya que estas se muestran, aparentemente, menos irritadas e inflamadas de lo que de vedad están. Es habitual también sufrir un rechazo a la hora de colocar un implante.
  • Problemas de cicatrización o ralentización en la cura de heridas. Como hemos dicho antes, los componentes del tabaco propician la aparición de infecciones con más facilidad, y alteran la composición de la placa bacteriana. Esto, unido a la menor fluidez del riego sanguíneo, hace que cualquier herida cicatrice con mayor dificultad, porque los tejidos tardan más en repararse, y los dolores se agudizan.
  • Cáncer Oral. El problema más grave que puede traer el tabaquismo para la salud dental. Siendo fumador, las probabilidades de sufrir esta enfermedad son entre 3 y 5 veces mayor. Y si encima lo asociamos con el consumo de alcohol, los efectos pueden agravarse mucho más. Se suele presentar a un lado de la lengua o en el suelo de la boca. En ocasiones, la leucoplasia se manifiesta con anterioridad, siendo un indicador que puede desembocar en el cáncer oral.

 

Como ves, genera problemas de todo tipo, desde algunos leves hasta otros más graves. Lo cierto es que, este hábito se suele adquirir de inicio en la etapa de la adolescencia, lo que implica que nuestra salud bucal esté expuesta durante un largo periodo de tiempo. La prevención es fundamental, aunque no olvides que el mejor remedio es dejar de fumar.

Ahora que ya sabes cómo afecta el tabaco a los dientes y a la salud de tu boca en general, ¿seguro que te merece la pena seguir fumando? En Beydent, nuestro equipo de profesionales trabajará para recuperar la salud bucal que habías perdido, y para que puedas lucir una sonrisa sana interna y exteriormente.

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