A la hora de comenzar un tratamiento de ortodoncia, la opción de los alineadores invisibles se ha puesto muy de moda. Sin duda es una alternativa más con la que conseguir resultados de garantías, pero a pesar de ello, colocar brackets es un proceso que se sigue realizando prácticamente a diario, ya que muchos pacientes prefieren esta opción.
¿Los motivos? Aquí tienes algunas de las causas que más se repiten para la elección de los bracket como método para corregir tus dientes:
- Son más económicos que la ortodoncia invisible
- Existen diversas opciones, algunas de ellas muy estéticas (metálicos, zafiro, cerámica, linguales…)
- El dentista recomienda colocar brackets en lugar de recurrir a otro tipo de aparto de ortodoncia.
- Dependiendo del caso, puedes conseguir tu objetivo en menos tiempo que con los alineadores invisibles.
Técnicas para colocar brackets
Durante mucho tiempo, los brackets han sido el tipo de ortodoncia más popular para solventar la mala alineación de los dientes y lucir una bella sonrisa y, además, es un tratamiento dental que ha evolucionado notablemente, permitiendo a los ortodoncistas realizar un trabajo mucho más fino y preciso.
No obstante, y siempre siguiendo las recomendaciones de los especialistas, existen dos técnicas para colocar brackets:
- Cementado directo, que es el más habitual. Consiste en colocar los brackets, uno por uno, directamente en los dientes del paciente, finalizando con la colocación del arco metálico y las ligaduras (salvo los brackets autoligables). Requiere, por tanto, más tiempo que el método indirecto.
- Cementado indirecto, en la que para colocar los brackets en la boca, previamente se ubican en un molde de la dentadura, que posteriormente se transfieren a la boca del paciente mediante férulas transparentes. También se puede realizar el proceso de forma digital a través de un software y después colocar los brackets en la férula.
El paso a paso para colocar brackets
Ten en cuenta que el proceso para colocar brackets se compone de varias etapas, que abarcan desde los estudios previos hasta el seguimiento tras su colocación en la boca del paciente. A continuación los vemos de forma más detallada.
1. Realizar estudios específicos para planificar el tratamiento de ortodoncia
En esta etapa previa es fundamental analizar al detalle la boca del paciente. ¿Cómo? Realizando una revisión general y una limpieza bucal, valorando el historial clínico anterior, e iniciando una fase de estudios exhaustiva. Es mucho más relevante de lo que parece, ya que solo de una buena planificación se podrán obtener los resultados esperados.
Entre las pruebas para realizar el diagnóstico previo se encuentran:
- Radiografías panorámicas, laterales, etc. para conocer a fondo la cavidad oral del paciente y la disposición de sus dientes, así como la estructura ósea de su cara.
- Fotografías intraorales (interior de la boca) para visualizar las arcadas inferior y superior.
- Imágenes del exterior de la boca para analizar la parte estética y más visual de la sonrisa del paciente.
- Modelos a partir de moldes o el uso de un escáner para recrear los dientes del paciente.
2. Reunión con el ortodoncista
Tras la realización de todas las pruebas pertinentes, el especialista podrá realizar una planificación adecuada. Es hora de reunirse con él antes de proceder a colocar los brackets. En esta reunión se tratan diversos temas relacionados con el tratamiento como la duración estimada, el tipo de ortodoncia que se aplicará, los objetivos del tratamiento y aspectos que hay que corregir y por qué. También es el momento en el que el paciente puede plantear todas sus dudas.
3. El momento de colocar los brackets
¡Ahora sí! Ha llegado el momento de colocar los brackets. Una vez ha quedado clara toda la información y el proceso del tratamiento, se procederá a la colocación del aparato. Hasta este momento, los pasos son similares con independencia del tipo de ortodoncia que vaya a llevarse, sin embargo, en el caso de los brackets, por lo general la colocación se suele realizar en dos sesiones distintas, una para cada arcada, primero los de la superior y luego los de la inferior. El propósito es que la adaptación sea más sencilla y el paciente se acostumbre con más facilidad.
Hay que tener en cuenta que antes de su colocación, en esa misma sesión se preparan los dientes, es decir, se limpian y pulen si es necesario.
4. Revisiones rutinarias
Una vez se han colocado los brackets, ya solo queda seguir las pautas que te indique el ortodoncista y esperar a que el tratamiento haga su efecto. Pero mientras, es fundamental realizar un seguimiento personalizado de cada caso. En esta etapa es frecuente hacer revisiones periódicas, ya no solo para valorar el estado general de la boca y si el tratamiento está cumpliendo las expectativas, sino para realizar los ajustes necesarios como apretar los brackets, colocar gomas si fuera necesario, etc.
Como ves, el proceso para colocar brackets consiste en unos pocos pasos, gracias a los cuales podrás lucir la sonrisa perfecta. En Beydent somos especialistas en tratamientos de ortodoncia, tanto en niños como en adultos. ¡Consulta tus dudas con nosotros y deja tus dientes bien alineados!
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